martes, 21 de febrero de 2012

LA CRISIS ECONÓMICA FRENTE AL ESTADO DE BIENESTAR

En estos días, lamentablemente oímos a menudo a personas de nuestro entorno decir “me he quedado sin trabajo…”, “mi empresa ha cerrado…”,  “se me ha acabado el paro o el subsidio y no encuentro trabajo…”.

Por otro lado, en estos días, hemos sido testigos de noticias donde se ha dado a conocer la corrupción y el despilfarro financiero, especialmente, entre las sociedades  más altas económicamente. Lo cual, además de alarmante, es humillante… ¿no os parece?

¡Cuánta paradoja vivimos a día de hoy! Políticos y grandes autoridades que se llenan la boca para mostrar la preocupación de sus ciudadanos (cual modélicos padres protectores) cuando ya todos sabemos lo poco que miran por nosotros.

Os invito a reflexionar sobre esto…

Desde principios de la década de los 80 se ha vivido en España la puesta en marcha del Estado de Bienestar,  Al hablar de Estado de Bienestar me refiero a los sistemas sociales desarrollados por las democracias capitalistas industrializadas con las siguientes características:
  • Intervención del Estado para mantener el pleno el pleno empleo o garantizar un cierto nivel de ocupación.
  • Provisión de Seguridad Social a los ciudadanos en un sentido amplio: pensiones, asistencia sanitaria, ayudas familiares y ayudas a la vivienda.
  • El Estado es el responsable de mantener un nivel mínimo de vida de sus ciudadanos (garantía de una renta mínima familiar, reducción de la inseguridad social en caso de enfermedad o accidente de trabajo, paro, vejez, etc.).”
Si suprimimos la base del Estado de Bienestar, estamos destruyendo la seguridad ciudadana. La seguridad humana.

Todos sabemos, que los recortes o supresiones se están llevando a cabo, precisamente sobre la base de nuestro Estado de Bienestar, es decir sobre los profesionales y entidades que se dedican al colectivo social, educativo y/o sanitario.

Entonces, nos preguntamos... ¿y por qué no aplican estos recortes a tantos otros asuntos? ¿Y por qué se siguen construyendo campos de golf? ¿Y por qué pagamos a los políticos un sueldo para toda la vida?.. ¿Y por qué… y por qué…? Tantas cosas…

Si no damos importancia a las personas, no sabemos el peligro que corremos como sociedad, hoy en día vivimos en una tranquilidad y de convivencia respetuosa y generosa, que hemos logrado con nuestro sistema de Seguridad Social y Bienestar, de donde todos partimos como igual.
No destruyamos esto.
Porque entones, ¿cómo evitar que una persona no robe, no infrinja o simplemente no pague sus recibos de luz o su hipoteca cuando uno se ha quedado sin trabajo, ha dejado de recibir la prestación por desempleo, tiene que alimentar a su familia y no encuentra ayudas?

Reflexionemos sobre esto amigos.

Si el Estado de Bienestar falla, también lo hace nuestro equilibrio y Bienestar Social, haciéndose más prominentes las diferencias entre clases sociales, y generando malestares y acciones que a veces,  no son más que instinto de supervivencia en un estado salvaje.

viernes, 3 de febrero de 2012

PROGRAMAS INTERGENERACIONALES

Los programas intergeneracionales juntan a niños o jóvenes con personas  mayores para compartir experiencias, conocimientos y habilidades que benefician a ambos grupos.
Estos programas proporcionan oportunidades a las personas, a las  familias y también a la sociedad en su conjunto para disfrutar y beneficiarse de la riqueza que supone el poder intercambiar experiencias y maneras de ver la vida.
Estos programas han demostrado ser capaces de fomentar la solidaridad entre personas de distintas edades, aprendiendo a ponernos en el lugar del otro y enriqueciéndonos mutuamente. Inculcan en los jóvenes valores fundamentales para el ser humano como son la ayuda mutua, la cooperación y el compromiso, entre otros muchos. Así mismo las personas de más edad se contagian de la vitalidad, la energía y la espontaneidad de los más jóvenes.
En la actualidad son muchas las experiencias de este tipo que se están llevando a cabo con enfermos de Alzheimer en distintos centros de día obteniendo unos resultados muy positivos.
Y es que no hay nada mejor que recuperar la sensación de poder volver a enseñar algo y sentirse útil.